Agua y hambre: Cuatro cosas que necesitas saber

Agua y hambre: Cuatro cosas que necesitas saber





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Los conflictos, la sequía, los desplazamientos y las enfermedades están generando crisis humanitarias muy graves y han dejado a 20 millones de personas al borde de la hambruna en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y el nordeste de Nigeria, de los cuales casi 1,4 millones son niños desnutridos en peligro de muerte inminente.

Estas crisis se están extendiendo a los países vecinos: una grave sequía azota la región del Cuerno de África; más de un millón de niños refugiados de Sudán del Sur que huyen del conflicto están llevando al límite la capacidad y los recursos en Uganda; y por toda la cuenca del Lago Chad se producen desplazamientos como resultado de los conflictos, el cambio climático, la degradación medioambiental y la pobreza.

Cuando hablamos de hambruna pensamos casi siempre en la carencia de alimentos. Sin embargo, con cada vez más frecuencia, estas crisis de alimentos atañen no solo a la seguridad alimentaria sino también al agua salubre, al saneamiento y a la atención de la salud, muy en especial la prevención y el tratamiento de las enfermedades. Esto se debe a cuatro razones que explicamos a continuación:

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Una mujer sostiene un cubo donado por UNICEF durante una Misión de Respuesta Rápida en la aldea de Rubkuai, Estado de Unidad, Sudán del Sur.

1. Los conflictos

Los conflictos son el factor común que conllevan al riesgo de hambruna en los cuatro países, pues son la causa del deterioro o la destrucción de los sistemas de agua y saneamiento en cada de uno de ellos. En Yemen, dos años de intensos enfrentamientos han ocasionado daños y deterioros en las redes de suministro urbano que casi colapsan estos servicios esenciales en las ciudades más importantes del país. En el nordeste de Nigeria, se estima que un 75% de la infraestructura de agua y saneamiento ha quedado dañada o destruida en las zonas afectadas desde el inicio del conflicto. En Sudán del Sur, que lleva más de tres años de conflicto encarnizado, casi la mitad de los puntos de suministro de agua de todo el país han quedado dañados o destruidos por completo.






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En las afueras de Juba, Sudán del Sur, Amal, de 17 años, empuja una carretilla con una jarra de agua sin tratar.

2. La sequía

El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos como las sequías e inundaciones pueden agotar o contaminar los suministros de agua, lo que pone en peligro tanto la calidad como la cantidad del agua que consumen comunidades enteras. En las zonas donde la escasez de agua es extrema, las familias abandonan sus hogares y tienen que competir por fuentes de agua insuficiente o insalubre, lo que aumenta la vulnerabilidad ante las enfermedades así como los riesgos en materia de protección. En Somalia, la situación humanitaria se deteriora con rapidez debido a la grave sequía que comenzó en el norte en 2016, que actualmente afecta a la mayor parte del país. También ha afectado a otros países del Cuerno de África como Djibouti, Etiopía y Kenya. En Sudán del Sur, la sequía estacional hace que personas y animales tengan que competir por el agua, contribuyendo a agotar unos recursos hídricos ya de por sí exiguos. La región del Lago Chad, en África occidental, ha perdido cerca del 90% de su masa hídrica desde 1963 debido a la variabilidad climática y a la presión demográfica, lo que ha tenido consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria de esta región.

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Niños reciben tratamiento por sospecha de cólera en el Hospital Sab’een de Sana’a, Yemen.

3. El agua y la malnutrición

El agua insalubre y el saneamiento deficiente pueden llevar a la malnutrición o hacer que empeore. “Por mucho que un niño malnutrido coma, no se pondrá bien si el agua que bebe es insalubre”, afirma Manuel Fontaine, Director de Programas de Emergencia de UNICEF. El agua insalubre puede ocasionar diarrea, que a su vez, al impedir que el niño obtenga los nutrientes que necesita para sobrevivir, puede llevarle a la malnutrición. Los niños malnutridos son también más vulnerables a las enfermedades que se transmiten por el agua, como el cólera. En todo el mundo hay cerca de 2.100 millones de personas que carecen de agua salubre.

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Zara recoge agua en el campamento de Bakassi para desplazados internos en Maiduguri, Nigeria.

4. Los desplazamientos

Cuando las personas tienen que abandonar sus hogares debido a los combates o a la sequía, los niños y las familias se hacen más vulnerables tanto a los abusos como a los riesgos para la salud. En los desplazamientos, los niños a menudo no tienen más remedio que beber agua insalubre. Los campamentos provisionales carentes de letrinas se convierten en focos para la propagación de enfermedades. Los niños, que ya de por sí son vulnerables y más susceptibles a las enfermedades, no suelen tener acceso a hospitales o centros de salud cuando están en tránsito. Hay cerca de 8,3 millones de personas desplazadas en estos cuatro países amenazados por la hambruna.

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Una joven llena envases con agua para su casa en el campamento para personas desplazadas internamente en Galkayo, Somalia.

Cómo ayuda UNICEF

UNICEF combate la hambruna suministrando agua salubre a más de 2,5 millones de personas en las zonas afectadas por la hambruna.

Mantenemos a los niños con vida transportando camiones con miles de litros de agua a los campamentos para refugiados, ofreciendo apoyo a los hospitales y a los centros de tratamiento del cólera, reparando los grandes sistemas de agua y saneamiento de las ciudades, entre otros esfuerzos.

• En Yemen, UNICEF ha llegado a más de 5 millones de personas desde comienzos de año por medio de diversas iniciativas esenciales para la supervivencia, en especial ayudando en la explotación de las redes de abastecimiento de agua y los sistemas de tratamiento de aguas residuales (por ejemplo, con el suministro de combustible y electricidad para que las centrales de tratamiento y extracción sigan funcionando), clorando las fuentes de agua, transportando agua en camiones, distribuyendo conjuntos de materiales de higiene, y otras intervenciones.
• En las zonas de Sudán del Sur afectadas por el cólera, UNICEF ha perforado 22 pozos a fin de llevar agua potable a más de 210.000 personas. En todo el país, cerca de 207.000 personas han obtenido acceso al saneamiento y 610.000 disponen ahora de agua potable.
• En las zonas del nordeste de Nigeria afectadas por el conflicto, UNICEF ha colaborado con aliados para llevar agua potable a 845.000 personas. Para muchos trabajadores encargados del programa WASH (Agua, Sanidad e Higiene), esto supuso poner en peligro sus vidas a fin de proveer estos servicios esenciales a las personas necesitadas.
• En Somalia, se ha proporcionado acceso provisional al agua potable a 1,66 millones de personas, y más de 890.000 personas han recibido kits de higiene básicos para prevenir la propagación de las enfermedades.

Lea a continuación:

El agua: un recurso preciado

Agua, Saneamiento e Higiene

















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