Brandon, el niño invisible

Brandon, el niño invisible





Imagen del UNICEF: A child plays with his bike in the Dominican Republic
© UNICEF LAC/2017/Reca
Hasta que Brandon, de 3 años, no sea registrado, no podrá recibir atención médica, ser vacunado o asistir al colegio.


Por Alfonso F. Reca

SAN JOSÉ DE LOS LLANOS, República Dominicana, 28 de Julio de 2017 – Ha llovido y un pequeño surco de agua recorre las embarradas calles de ripio de San José de los Llanos, una pequeña y humilde localidad de San Pedro de Macorís, en una parte interior de la República Dominicana que no visitan los turistas ni sale en las revistas de viajes. 

El agua ha entrado también en el hogar de Jorge e Isabel, construido con varias chapas de zinc de colores y tablones de madera inestables que se levantan directamente sobre la tierra húmeda.

Jorge Luis Herrera, de 34 años, guarda unas pocas herramientas con las que se gana la vida junto a la puerta. Hace un poco de todo, generalmente es mecánico, pero acaba de llegar a casa tras ayudar a quitarle un alambre de espino a una vaca en un campo cercano. Es el único que ingresa dinero en el hogar. Isabel Santana, de 26 años, ha retomado sus estudios hace poco y se prepara para ser educadora infantil. Hoy ha podido ir a sus clases porque ayer Jorge consiguió juntar los pocos pesos que cuesta llegar hasta San Pedro, pescando unas jaibas con su hermano.

No son los únicos que forman este hogar, Brandon, de tres años, es el alma de la casa. Hace dos años le detectaron un problema en los tendones de su tobillo izquierdo que le impide caminar con normalidad. También tiene una pequeña parálisis en su mano izquierda y un problema en uno de sus ojos que le limita la visión, ambos podrían ser hereditarios, pero también derivarse de los trastornos que tuvo Isabel durante el embarazo y que nunca fueron atendidos.

Pero pese a estar ahí, aferrado a los brazos de su padre, en realidad, Brandon no existe: es un niño invisible.

Brandon nunca ha sido registrado. Un hecho bastante más frecuente de lo que puede parecer en un país como República Dominicana, donde UNICEF calcula que cerca de 186.000 menores son invisibles para los datos oficiales. Al no estar registrados, viven privados de sus derechos más elementales. Todos ellos, como Brandon, no podrán recibir asistencia médica, ni ser vacunados, ni asistir a la escuela.






Imagen del UNICEF: Parents play with their child in the Dominican Republic
© UNICEF LAC/2017/Reca
Isabel, Jorge Luis y Brandon. “Le deseo lo mejor. Que estudie y sea lo que él quiera”, dice Jorge Luis.

Los niños invisibles

Aquello que muchos en todo el mundo encuentran cotidiano, será un imposible para los niños no registrados de República Dominicana, que arrastrarán este lastre durante toda su vida salvo que su situación se revierta. No podrán contraer matrimonio, ni tener una cuenta bancaria, ni votar, ni tener propiedades, ni tener un pasaporte. De hecho, oficialmente ni siquiera tienen nombre ni apellido. Algo inaceptable si se tiene en cuenta que solo en este país caribeño, el 17,6 por ciento de los niños y niñas menores de 5 años no tiene inscrito su nacimiento en el registro civil.

República Dominicana es uno de los países de América Latina y el Caribe con la cobertura más baja de registro de nacimiento oportuno. Solo el 41 por ciento de los niños y niñas que nacen en centros de maternidad públicos son inscritos antes de abandonar esos establecimientos.

En América Latina y el Caribe, en su conjunto, el nacimiento de alrededor de 4 millones de niños y niñas menores de 5 años nunca ha sido registrado, una cifra que equivaldría casi a la suma de la población total de dos capitals como Montevideo y La Habana.

Isabel explica que cuando ella dio a luz, Jorge Luis se encontraba trabajando en la vecina Haití y que era necesario que ambos estuvieran presentes para el registro. “Cuando él regresó fuimos al registro y no había nadie en la oficina. Era un jueves y teníamos que esperar hasta el lunes, pero con los gastos del nacimiento, los medicamentos y la leche, no nos podíamos permitir estar lejos de casa y tuvimos que volver”, asegura. Desde entonces, esta familia de pocos recursos no ha encontrado la forma de registrar a Brandon.

Necesitan desplazarse a Santo Domingo, un viaje de unos 80 kilómetros de distancia pero que puede demorarse más de cuatro horas en transporte público. “Aunque nuestra situación no es muy buena, vamos a hacer el esfuerzo en cuanto podamos”, asegura Isabel. “Le deseo lo mejor”, agrega Jorge Luis, “que estudie y sea lo que él quiera”.

Las evidencias y los datos aportados por UNICEF revelan que la población infantil sin acta de nacimiento proviene fundamentalmente de familias afectadas por exclusión en otros ámbitos de la vida. De esta manera, el 39,2% de los menores de 5 años del quintil más pobre no tiene registro, mientras que en las familias de más recursos la tasa se reduce a un 6,6%. Las consecuencias de esa omisión son tan graves que la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre los Derechos del Niño, obligan a los Estados a garantizar este derecho de manera inmediata y gratuita.

Imagen del UNICEF: Parents and child walking in the Dominican Republic
© UNICEF LAC/2017/Reca
Brandon (en el centro) está entre el 17.6% de niños menores de 5 años que no están inscritos en el registro civil.

Un esfuerzo común

Para garantizar el derecho a la identidad, UNICEF colabora con la Junta Central Electoral (institución responsable del registro civil de personas), los Ministerios de Salud y Educación y la sociedad civil organizada, para lograr la universalización del registro de nacimiento en hospitales y fomentar las campañas de inscripción tardía con el objetivo prioritario de que ningún niño se quede fuera de la escuela o de la sanidad públicas. Gracias a este trabajo, miles de menores han recuperado sus derechos en el país.

Cada día, Jorge Luis vuelca todos sus esfuerzos en llevar algo de dinero a casa con el que cubrir las necesidades más básicas e Isabel busca mejorar la situación familiar a través de sus estudios.

Hasta que su situación cambie, Brandon seguirá con su vida al margen de los registros oficiales, pero, al menos, ya nunca más será invisible para ti.

















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