El Secretario General de las Naciones Unidas recibió este sábado el premio Lámpara de la Paz, otorgado por la Iglesia Católica, y afirmó que la presea reconoce el trabajo del personal de la ONU “luchando por la paz en todo el mundo”.
António Guterres recordó que después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, “la ONU fue creada en nombre de la paz”, una causa que sigue vigente.
“La paz sigue siendo nuestra estrella guía y nuestro objetivo más preciado”, dijo al recibir el premio que celebra a quienes trabajan por la coexistencia pacífica de los pueblos.
La Lámpara Franciscana de la Paz, entregado por primera vez en 1981, es una réplica de una lámpara de aceite que se ilumina en la tumba monástica de San Francisco de Asís, quien, a lo largo de su vida, inspiró la ética ambiental.
“Como persona de fe con un profundo aprecio y respeto por la misión de San Francisco, este premio y ceremonia son especialmente significativos”, apuntó Guterres.
Diplomacia para la paz
Desde el comienzo de su primer mandato al frente de las Naciones Unidas, la máxima prioridad de António Guterres ha sido la promoción de la paz.
Sus observaciones de primera mano de los peores impactos del conflicto durante gestión como Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, lo llevaron a impulsar la “diplomacia para la paz”.
“Enfatizo la prevención, estableciendo sistemas y marcos más rigurosos para analizar los riesgos, reforzar la toma de decisiones y apoyar a los Estados Miembros para que tomen medidas antes de que la violencia se intensifique”, explicó en la ceremonia de premiación, celebrada en ciudad italiana de Asís, en la que participó en un enlace de video.
“Cuando la pandemia de COVID-19 se afianzó, entendí que sería una nueva amenaza para la paz y pedí de inmediato un alto el fuego global para luchar contra nuestro enemigo común: el virus”.
Tarea para Sísifo
Como intermediario honesto, constructor de puentes y mensajero de la paz, el Secretario General está decidido a utilizar sus buenos oficios para avanzar en el camino hacia la paz del mundo.
«Pero la lucha por la paz es a menudo una tarea para Sísifo, dada la complejidad de los conflictos interconectados de hoy», señaló aludiendo al rey de Corinto que logró engañar a los dioses. “Vivimos en un mundo donde la paz es difícil de alcanzar y está bajo una enorme amenaza”.
Guterres se refirió a los países y regiones que sufren conflictos prolongados y a los lugares donde la paz se infravalora y socava habitualmente, y subrayó que éstos hacen que los reconocimientos como la Lámpara de la Paz sean aún más importantes para “honrar la paz y reflexionar sobre nuestro deber de defenderla y promoverla”.
La paz exige
Aseveró que la paz es exigente puesto que no es una aceptación pasiva del status quo, sino un acto concreto y, a veces, una elección difícil.
“Pero en nuestro mundo fracturado y atribulado, es vital. Ha sido y sigue siendo el único motor del trabajo de las Naciones Unidas, todos los días, en todos los países”, puntualizó.
El Secretario General reiteró que sólo caminando por el camino de la paz, en solidaridad, el mundo podrá construir un futuro mejor para todos, “porque la paz puede lograr maravillas que la guerra nunca logrará”.
“En un mundo donde podemos elegir cualquier cosa, elijamos la paz”, concluyó.