El Secretario General de la ONU afirmó este jueves que en un momento de crisis colectiva como el actual, con múltiples frentes abiertos como la pandemia de COVID-19 o la degradación medioambiental, el bienestar de las personas, la salud del planeta y la supervivencia de las generaciones futuras dependen de nuestra voluntad de unirnos y comprometernos a solucionar los problemas y actuar de forma colectiva.
Durante una sesión de seguimiento en la Asamblea General de la ONU sobre su informe Nuestra Agenda Común, que muestra la visión del Secretario General sobre el futuro de la cooperación mundial y la revitalización del multilateralismo, Guterres instó a los asistentes a la primera de las cinco consultas temáticas celebradas en la sede de la ONU, la primera de ellas dedicada a la aceleración y ampliación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a «avanzar en el fondo y en la búsqueda del consenso, en la medida de lo posible este año».
Retomar el camino
A tan sólo ocho años del año 2030, y con la COVID-19 “alejándonos aún más del camino”, el titular de la ONU dijo que se debe hacer todo lo posible para salvar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París.
«Cada propuesta promoverá el progreso de otros objetivos y, de hecho, nuestra búsqueda más amplia de la paz y los derechos humanos», indicó.
El documento pide un Nuevo Pacto Mundial para compartir el poder, la riqueza y las oportunidades de forma más amplia a nivel internacional, y permitir a los países en desarrollo centrar sus recursos en el desarrollo sostenible e inclusivo.
La pobreza no es solo falta de ingresos
Tras señalar que «no existe un contrato social único», Guterres recordó que Nuestra Agenda Común propone la celebración de una Cumbre Social Mundial intergubernamental en 2025 para «coordinar la acción y crear un impulso a escala global» con el fin de alcanzar los objetivos, al tiempo que se hace un balance de los esfuerzos para renovar el contrato social.
«Acabar con la pobreza en todas sus formas y en todas partes no es sólo el objetivo del Objetivo de Desarrollo Sostenible 1, sino el objetivo principal de la propia Agenda 2030», afirmó.
“La pobreza no representa sólo la ausencia de ingresos», afirmó, abogando por una economía global que funcione para todos, incluyendo la protección de la salud pública, la reforma del sistema financiero mundial y la protección del medio ambiente.
Tres ejes centrales: aprendizaje, igualdad de género y el empuje de los jóvenes
Posteriormente, Guterres destacó tres prioridades que forman parte central «de nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás” y que demandan una actuación urgente.
En primer lugar, describió la actual crisis de aprendizaje como «un desastre en primer lugar para los jóvenes del mundo… [con] consecuencias muy graves para el futuro de nuestras sociedades».
Sin sistemas educativos que funcionen, el mundo no podrá satisfacer las necesidades de los mercados laborales, avanzar en la igualdad de género y los derechos humanos, ni fortalecer las instituciones democráticas.
Para hacer frente a esta situación, explicó que en septiembre se celebrará una Cumbre para la Transformación de la Educación, con el fin de revitalizar el compromiso colectivo con la educación y el aprendizaje permanente como un bien público preeminente; para movilizar la acción para recuperar los avances perdidos; y promover una reinvención de la educación y la innovación.
La vicesecretaria general dirigirá los preparativos de la Cumbre y durante las próximas semanas el Secretario General nombrará a un asesor especial.
La pandemia repercute negativamente en las mujeres
Aunque las mujeres y las niñas representan un elemento fundamental en cualquier contrato social, Guterres señaló que «sus necesidades y aspiraciones específicas se ignoran en gran medida, y su trabajo se infravalora habitualmente».
La pandemia ha puesto de relieve que el trabajo de los cuidados no remunerado -realizado principalmente por mujeres- es lo que permite el funcionamiento de gran parte de la sociedad, al tiempo que ha incrementado la violencia contra las mujeres y las niñas.
Con este telón de fondo pidió a la vicesecretaria general que revise la capacidad de la ONU en materia de género «para garantizar que la igualdad de género esté en el centro de todo lo que hacemos».
«Animo a los Estados miembros a que aprovechen estas consultas para considerar mis propuestas y la forma en que los procesos intergubernamentales pueden ofrecer mejores resultados a la mitad de la población mundial», añadió el máximo responsable de la ONU.
La juventud, «una fuerza motriz”
Por último, Guterres destacó el compromiso de la juventud y la importancia de sus opiniones tanto dentro del sistema de la ONU como fuera de él y recordó su propuesta de establecer una Oficina de la Juventud.
«La creación de una entidad dedicada a los jóvenes… tendría un significado que va mucho más allá de su importancia institucional» al hacer que todo el sistema de la ONU «rinda cuentas en la prestación de servicios para y con los jóvenes», explicó.
No sólo supondría una transformación cultural, sino que también enviaría un fuerte mensaje de que los jóvenes son «una fuerza conductora» dentro de la Organización.
La ONU debe «dar un paso adelante»
Por su parte, el presidente de las Asamblea General recordó que en la reunión inaugural sobre la Agenda Común su «Presidencia de la Esperanza» se centra en buscar “soluciones y acciones concretas que busquen resultados para la gente, el planeta y la prosperidad».
Abdulla Shahid aseveró que sus prioridades incluían una recuperación sostenible de la pandemia, «respetar los derechos de todos, proteger el planeta y revitalizar la ONU».
«El nuestro es un mundo que necesita esperanza. Una esperanza que sólo puede proceder de la unidad, la solidaridad y la acción colectiva», recalcó, añadiendo que «este proceso consultivo… es clave para cumplir con cada una de esas prioridades».
«Las Naciones Unidas deben dar un paso adelante; debemos ser más receptivos y eficaces para las personas a las que servimos», afirmó.