Libia: La ONU llama a respetar la voluntad de los millones de libios que se inscribieron para votar

El 22 de diciembre, la Alta Comisión Nacional Electoral de Libia anunció que, a pesar de su preparación técnica, no puede cumplir con la fecha del 24 de diciembre de 2021 fijada por la hoja de ruta política para las elecciones nacionales debido a obstáculos relacionados con las deficiencias en la legislación electoral y el proceso de impugnaciones y recursos relacionados con la elegibilidad de candidatos.

En este contexto, la Comisión solicitó la Cámara de Representantes marcar una nueva fecha para la primera vuelta de la elección presidencial en un plazo de treinta días, de conformidad con la ley, tomando las medidas necesarias para hacer frente a las dificultades que enfrenta la culminación del proceso electoral.

El Secretario General de las Naciones Unidas felicitó a los 2,8 millones de libios que se registraron para votar y pidió a las instituciones del país que escuchen a la población y satisfagan su deseo.

Es imperativo que se respete la voluntad del pueblo”, enfatizó António Guterres en un comunicado de su portavoz.

Guterres señaló que los comicios presidenciales y parlamentarios de Libia deben celebrarse en “condiciones adecuadas para poner fin pacíficamente a la transición política y transferir el poder a instituciones elegidas democráticamente”.

Agregó haber tomado nota de la recomendación de la Comisión Electoral Nacional Superior de Libia a la Cámara de Representantes y acogió con beneplácito su compromiso constante con el proceso electoral presidencial y parlamentario en curso.

Por su parte, la asesora especial de la ONU para Libia, Stephanie Williams, recordó este jueves el “deseo abrumador de los libios de acudir a las urnas para determinar su futuro y poner fin al largo período de transición mediante la celebración de elecciones inclusivas, libres, justas y creíbles” e instó a no ignorar este clamor.

“Hago un llamado a las instituciones del país a que respeten y apoyen la voluntad de los 2,8 millones de libios que se inscribieron para votar”, apuntó Williams, en consonancia con el Secretario General.

En un comunicado, la diplomática afirmó que para contribuir a una solución de la crisis política de Libia y a una estabilidad duradera, las elecciones presidenciales y parlamentarias deben tener lugar en las condiciones apropiadas y de igualdad entre todos los candidatos.

Estas mujeres desplazadas internas se trasladan a un centro de detención en Trípoli, en Libia, al comienzo del brote de COVID-19.

OIM/Safa Msehli

Estas mujeres desplazadas internas se trasladan a un centro de detención en Trípoli, en Libia, al comienzo del brote de COVID-19.

Las elecciones, parte de la solución, no del problema

Williams aludió a las esperanzas genuinas de los libios “de que las elecciones deben ser parte de la solución y no parte del problema en Libia”.

Argumentó que los actuales desafíos del proceso electoral “de ninguna manera deben ser utilizados para socavar la estabilidad y el progreso que se ha logrado en Libia durante los últimos 15 meses”.

En esta línea, conminó a las instituciones implicadas y a todos los actores políticos “a que se concentren en el proceso electoral y en la creación de las condiciones políticas y de seguridad para garantizar la celebración de elecciones inclusivas, libres, justas, pacíficas y creíbles, cuyo resultado sea aceptado por todas las partes”.

Por otra parte, tomó nota de la recomendación de la Comisión a la Cámara de Representantes y manifestó satisfacción su compromiso con el proceso electoral y con la continuación del examen de las solicitudes de los candidatos a las elecciones parlamentarias.

Buenos oficios y mediación

Asimismo, expresó su disposición para trabajar con las instituciones libias y con todas las partes interesadas para abordar los retos mediante los buenos oficios y la mediación.

Williams, quien llegó a Libia este mes, destacó el cambio del discurso de conflicto por uno de diálogo pacífico por parte de grupos que hasta el año pasado eran antagonistas y resaló los avances logrados desde la firma del alto el fuego en octubre de 2020, que hasta ahora se ha mantenido.

El país petrolero del norte de África se hundió en el caos y la guerra civil desde que en 2011 fuerzas rebeldes apoyadas militarmente por una coalición liderada por la OTAN derrocaron al presidente Muamar al-Gadafi. La crisis llevó a dos grupos rivales a establecer sendas administraciones: un gobierno reconocido por la ONU con sede en Trípoli, y otro a cargo del autodenominado Ejército Nacional Libio.

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