La agenda sobre Mujeres, Paz y Seguridad es «una de nuestras mejores esperanzas» para un futuro más pacífico y un planeta habitable, dijo este miércoles el Secretario General de la ONU en el Consejo de Seguridad durante un debate de alto nivel dedicado al rol de las organizaciones regionales en la aplicación de esa iniciativa.
«En esta época donde proliferan las crisis, la comunidad internacional debe aplicar estrategias de probada eficacia para la paz y la estabilidad. Proteger y promover los derechos de las mujeres es una de esas estrategias”, afirmó Guterres.
Una cuestión de poder
Aunque la igualdad de género constituye una vía para conseguir una paz sostenible y prevenir los conflictos, el titular de la ONU observó que «nos estamos moviendo en la dirección contraria».
«Los actuales conflictos están ampliando la desigualdad de género, la pobreza, los desequilibrios climáticos y otras formas de desigualdad», dijo, y añadió que las mujeres y las niñas se ven afectadas de forma desproporcionada por la violencia y los impactos de estas sucesivas crisis”, destacó.
Guterres especificó que millones de niñas no pueden ir la escuela y no tienen perspectivas de independencia económica, mientras que un número creciente de mujeres y niñas son víctimas de la violencia doméstica.
Una situación de la que también toman parte los extremistas y los líderes militares que toman el poder por la fuerza cuando deciden anular los acuerdos previos en materia de igualdad de género y se dedican a perseguir a las mujeres.
«En todo el mundo, el abandono reciente de las políticas inclusivas demuestra una vez más que la misoginia y el autoritarismo se refuerzan mutuamente, y son contrarios a las sociedades estables y prósperas” y, a su vez, recordó que «la igualdad de las mujeres es una cuestión de poder».
El patriarcado continúa fracasando
Los actuales bloqueos políticos y los conflictos estancados son claros ejemplos de cómo los desequilibrios de poder y el patriarcado perduran y nos siguen fallando, destacó Guterres que citó ejemplos de esta situación en Afganistán, Myanmar, Mali y Sudán.
Y más recientemente, la invasión rusa de Ucrania ha obligado a millones de mujeres y niños a huir para salvar sus vidas, «poniéndolos en riesgo de cualquier tipo de trata y explotación», dijo.
La semana pasada, el Consejo escuchó la intervención de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que informó sobre 124 denuncias de violencia sexual relacionadas con el conflicto en Ucrania, la mayoría de ellas relacionadas con mujeres y niñas.
«En todos estos conflictos encontramos a los hombres en el poder y a las mujeres excluidas, sus derechos y libertades se ven deliberadamente atacados», señaló.
Colaboración con los países vecinos y las organizaciones regionales
Cuando estalla un conflicto, los países vecinos y las organizaciones regionales pueden marcar la diferencia explicó el Secretario General como posible solución a este problema.
Por ello, Guterres destacó que la colaboración de la Organización con la Unión Europea, la Unión Africana, la Liga de Estados Árabes y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa “se refleja no sólo en declaraciones y resoluciones conjuntas, sino en nuestro trabajo diario sobre el terreno”.
A modo de ejemplo, indicó la alianza de la ONU con la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en Sudán, a través de un mecanismo destinado a reconducir el proceso político hacia un orden constitucional pactado y legítimo.
Comprometidos con las mujeres
El titular de la ONU recordó que la Organización continúa demostrando su compromiso de apoyar a las mujeres que trabajan por la paz y a las organizaciones de la sociedad civil a través de las misiones políticas y de consolidación de la paz en todo el mundo.
«Apoyar a las supervivientes de la violencia sexual, así como a las mujeres defensoras de la paz y a las activistas, es fundamental», dijo. «Cada año aumenta la evidencia de que garantizar los derechos de las mujeres, incluido su derecho a la participación igualitaria en todos los niveles, es esencial para construir y mantener la paz».
Por ese motivo, destacó la necesidad de alcanzar la plena paridad de género -incluso mediante cuotas- en la supervisión de los procesos electorales, la reforma del sector de la seguridad, el desarme, la desmovilización y los sistemas de justicia.
Persiste la brecha de la participación femenina en los procesos de paz
A pesar de todas estas evidencias, «la agenda de la Mujer, la Paz y la Seguridad sigue siendo cuestionada e incluso revertida en todo el mundo», reconoció Guterres.
El máximo responsable de la ONU instó a los embajadores y a todos los Estados miembros a reflexionar sobre el hecho de que, a pesar del consenso del valor de las mujeres que participan en las mesas de paz, «todavía hay una enorme brecha en su participación, y en el cumplimiento de las promesas para su protección, derechos humanos y dignidad».
«Los animo a que se comprometan a aumentar el apoyo de la sociedad civil a las mujeres, a la prevención de conflictos y a la labor de consolidación de la paz», concluyó.
Los conflictos provocan décadas de retroceso
La directora de ONU Mujeres, Sima Bahous, destacó el impacto de los conflictos en las mujeres y las niñas, que van desde la interrupción de la educación hasta los matrimonios forzados a edades tempranas, la violencia sexual y de género, la inseguridad alimentaria y la falta de medios de subsistencia, así como el acceso a la vivienda, el saneamiento y la dignidad.
«Nos hace retroceder décadas», afirmó.
A la vez, resaltó que las mujeres se enfrentan a amenazas contra su cuerpo y su seguridad, mientras arriesgan sus vidas como líderes de sus comunidades, cabezas de familia, constructoras de la paz y mediadoras.
Cumplir con los compromisos adquiridos en el Consejo de Seguridad
Bahous recordó al Consejo que la resolución 1325 del Consejo de Seguridad sirve para proteger a las mujeres y las niñas en los conflictos y para garantizar que las mujeres ocupen un lugar central en la consecución de la paz.
Añadió que muchos Estados miembros también han asumido compromisos nacionales, al igual que las organizaciones regionales.
«Las organizaciones regionales también han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de redes de mujeres mediadoras», dijo, y añadió que casi todas las regiones y subregiones tienen al menos una.
Sin embargo, con todos estos avances institucionales, casi siempre que hay negociaciones políticas, conversaciones de paz, nos preguntamos: «¿dónde están las mujeres?».
«La razón es que simplemente no hemos cumplido nuestros compromisos», razonó.
La jefa de ONU Mujeres instó al Consejo, a los Estados miembros y a las organizaciones regionales a garantizar que todos los esfuerzos de respuesta incluyan las voces de las líderes femeninas.
«Asegúrense de que las mujeres estén presentes. Por derecho propio. Con sus propias experiencias vividas. Con sus propios conocimientos y con su visión de futuro», subrayó.
«La paz y la seguridad a las que aspiramos sólo serán posibles cuando las mujeres desempeñen un papel central», añadió.