Terremoto en Siria: el primer convoy de ayuda de la ONU llega al noroeste del país

El Secretario General de las Naciones Unidas calificó el terremoto que asoló a Turquía y Siria la madrugada del lunes “como una de las mayores catástrofes naturales de nuestros tiempos” y anunció la llegada del primer convoy de ayuda humanitaria de la ONU hacia el norte de Siria por el paso fronterizo de Bab al-Hawa.

“Todos hemos visto las desgarradoras imágenes y los heroicos esfuerzos de los trabajadores humanitarios que luchan contra los elementos, el reloj y las probabilidades para salvar vidas. Lamentamos la pérdida de tantas personas, y la trágica cifra sigue aumentando”, explicó en un breve encuentro con la prensa en la sede de la ONU en Nueva York.

António Guterres indicó que las Naciones Unidas ya han enviado expertos en evaluación de catástrofes, coordinado equipos de búsqueda y rescate, proporcionado ayuda de emergencia, alimentos, suministros médicos, mantas térmicas y otros artículos vitales.

Además, pidió al responsable de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia que viaje este fin de semana a las zonas afectadas por el sismo. Martin Griffiths visitará Gaziantep, Alepo y Damasco para evaluar las necesidades y ver cuál es la mejor manera de intensificar la ayuda.

La ONU destina 25 millones de dólares del Fondo para Emergencias

Pese a todos estos movimientos, destacó que para facilitar la entrega de ayuda humanitaria se precisan dos elementos: acceso y recursos. 

En el primer caso, estudiando todas las vías posibles para llevar ayuda y personal a todas las zonas afectadas, y en el segundo anunció el desembolso de 25 millones de dólares del Fondo Rotatorio Central para Emergencias, junto al lanzamiento la semana que viene de un llamado urgente para que la comunidad de donantes apoye a los afectados por el terremoto en Siria.

Mientras las agencias de la ONU, junto con ONG internacionales y nacionales, trabajan en la respuesta a Siria y evalúan las necesidades iniciales de financiación para los próximos tres meses, Guterres llamó a la comunidad internacional a mostrar al pueblo turco y sirio “el mismo apoyo y generosidad con el que recibieron, protegieron y asistieron a millones de refugiados y desplazados”.

Las personas afectadas por el terremoto en Alepo, Siria, reciben comidas calientes distribuidas por el Programa Mundial de Alimentos.

© Al-Ihsan Charity

Un foco de solidaridad convertido en un epicentro de sufrimiento

Guterres explicó que cuando desempeñaba el cargo de Alto Comisionado para los Refugiados viajó numerosas veces a la zona afectada por el terremoto y recordó que desde hace más de una década viven en Turquía hasta 3,6 millones de sirios, “muchos de ellos ahora víctimas del terremoto”.

El Secretario General también recordó sus experiencias en la ciudad siria de Alepo donde conoció “a sirios que acogieron calurosamente a refugiados iraquíes que huían de la violencia y la guerra, integrándolos en su sociedad”.

“En mis visitas, me conmovió profundamente la solidaridad de las personas que abrieron sus hogares y sus corazones. Ahora esos hogares han sido destruidos y esos corazones se están rompiendo. Un centro de solidaridad se ha convertido un epicentro de sufrimiento. La gente se enfrenta a una pesadilla tras otra”.

Preguntado sobre la necesidad de levantar las medidas coercitivas unilaterales sobre Siria para movilizar más recursos, Guterres respondió que “este es un momento en el que todo el mundo debe tener muy claro que ninguna sanción de ningún tipo interfiera con la ayuda a la población de Siria”.

La ayuda humanitaria no puede retenerse ni politizarse

Por su parte, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, pidió hoy en Ginebra que se den las suficientes garantías de que la ayuda que se necesita desesperadamente dentro de Siria no sea retenida ni «politizada».

“La necesitamos urgentemente, a través de las rutas más rápidas, directas y eficaces. Necesitan más de absolutamente todo», afirmó.

“Tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que no haya impedimentos de ningún tipo que retrasen la ayuda para salvar vidas que se necesita en Siria», continuó Pedersen, tras presidir una reunión del Grupo de Trabajo Humanitario para Siria, que facilita las entregas de ayuda al país devastado por la guerra.

«Me ha sorprendido la unidad en la reunión que hemos celebrado hoy por parte de todos los Estados miembros que han participado», añadió.

El primer envío transfronterizo ayudará a 5000 personas

La Organización Internacional Para las Migraciones informó hoy que el primer convoy de seis camiones con ayuda humanitaria en dirección al noroeste de Siria partió este jueves de un almacén ubicado en la ciudad turca de Gaziantep.

Se trata del primer envío transfronterizo realizado por un miembro del sistema de las Naciones Unidas tras el terremoto.

La ayuda consiste en diversos productos como mantas, colchones, tiendas de campaña y material de refugio, así como artículos básicos de socorro y lámparas solares, y está destinada a cubrir las necesidades de al menos 5000 personas, y cuenta con el apoyo de los socios locales.

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