Enfermedad por el virus del Ebola — República Democrática del Congo

El 18 de noviembre de 2020, el Ministro de Salud de la República Democrática del Congo declaró el fin del brote de enfermedad por el virus del Ebola (EVE) en la provincia de Equateur. La declaración se hizo, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS , 42 días después de que el último caso confirmado diera negativo por segunda vez el 6 de octubre de 2020 en la zona sanitaria de Makanza, provincia de Equateur.

Este brote se declaró el 1 de junio de 2020 tras las investigaciones realizadas y la confirmación mediante pruebas de laboratorio de la presencia del virus del Ebola en muestras tomadas de cuatro casos mortales notificados en la zona sanitaria de Mbandaka. En investigaciones ulteriores se identificaron casos que empezaron a presentar síntomas entre mayo y septiembre de 2020 en 41 áreas sanitarias de 13 zonas sanitarias, a saber: Bikoro, Bolenge, Bolomba, Bomongo, Iboko, Ingende, Lilanga Bobangi, Lolanga Mampoko, Lotumbe, Makanza, Mbandaka, Monieka y Wangata.

Se trata del undécimo brote de EVE notificado en la República Democrática del Congo desde que se identificó el virus por primera vez en 1976, y el segundo en la provincia de Equateur. Según la información disponible, durante este brote estuvieron en circulación dos virus del Ebola Zaire genéticamente distintos. Cuatro casos que estaban vinculados a través de una cadena de transmisión en la zona sanitaria de Iboko se infectaron con el mismo virus del Ebola que el del brote de 2018 en la provincia de Equateur, y en todos los demás casos se identificó un nuevo virus del Ebola Zaire que había surgido en 2020.

La respuesta al brote estuvo dirigida por el Ministerio de Salud con el apoyo de la OMS y sus asociados. Las prioridades de esta respuesta fueron el fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico, la prevención y el control de las infecciones en los centros de salud y las comunidades, la vacunación en anillo en torno a los casos confirmados y probables y la vacunación de los trabajadores de primera línea, la prestación de atención y tratamiento con anticuerpos monoclonales a los pacientes, el apoyo a los entierros seguros y dignos, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, y el establecimiento de 52 puntos de entrada o puntos de control para vigilar los movimientos de la población.

Las medidas de respuesta se articularon en el contexto de importantes desafíos logísticos. Por ejemplo, la cobertura de los teléfonos móviles se vio gravemente restringida, y las limitaciones del transporte terrestre hicieron necesario el transporte aéreo o fluvial, lo que dificultó la comunicación entre los equipos de vigilancia. Esto complicó el transporte y la realización de pruebas a muestras de laboratorio de calidad, y retrasó el despliegue de expertos técnicos en las zonas afectadas.

La vigilancia de las enfermedades se vio constantemente dificultada por el bajo nivel de notificación de alertas, en particular de muertes. En general, el 67% de los casos confirmados no se identificaron como contactos conocidos en el momento de la detección, lo que pone de relieve las dificultades de llevar a cabo una investigación rigurosa de los casos y la posibilidad de una transmisión no detectada. Además, todavía no se ha dilucidado bien la distribución geográfica y los vínculos epidemiológicos entre los casos. A pesar de esos problemas, se reforzó la coordinación multisectorial y se potenciaron las actividades de vigilancia e investigación. No se ha notificado ningún nuevo caso confirmado desde el 28 de septiembre de 2020.

Entre el 1 de junio y el 18 de noviembre de 2020 se notificaron un total de 130 casos de EVE, incluidos 119 casos confirmados y 11 probables, en 13 zonas sanitarias. De todos los casos confirmados y probables, el 45% (n=58) eran mujeres y el 23% (n=30) niños menores de 18 años. Se registraron 55 muertes (la proporción general de muertes entre los casos notificados fue del 42%), el 29% (34/119) de los casos murieron fuera de los centros de tratamiento del ebola, y 75 casos se recuperaron de la EVE. En el curso del brote se registraron más de 26 000 contactos de casos en la provincia de Equateur.

Sin embargo, sigue existiendo el riesgo de que reaparezca la EVE, incluso después de que se haya interrumpido la transmisión de persona a persona en la provincia de Equateur. El virus del Ebola Zaire está presente en reservorios animales de la región, y puede persistir en algunos líquidos corporales de los supervivientes durante varios meses, lo que en raras ocasiones puede dar lugar a una transmisión secundaria. Por consiguiente, es posible que se sigan notificando casos de EVE en la República Democrática del Congo. Debe mantenerse un sistema de vigilancia robusto y coordinado para detectar, aislar, someter a pruebas y atender rápidamente a los nuevos casos sospechosos, y deben proseguir las operaciones para atender a las personas que se han recuperado de la EVE.

En el marco del plan a más largo plazo que se está elaborando, tras el fin del brote se mantienen la vigilancia reforzada, un programa de atención a largo plazo para los supervivientes del ebola y otros mecanismos de respuesta. Estas actividades ayudarán a mantener una mayor vigilancia y contribuirán a fortalecer un sistema de atención de la salud resiliente.

Figura 1: Casos confirmados y probables de enfermedad por el virus del Ebola por semana de inicio de la enfermedad y por zona sanitaria. Datos al 10 de noviembre de 2020*


Respuesta de salud pública

En respuesta a este brote de EVE, desde el 1 de junio de 2020 hasta el 18 de noviembre de 2020:

  • Se establecieron cinco laboratorios de campo para el análisis de muestras mediante el sistema de PCR de GeneXpert. Hasta la fecha, se han analizado más de 15000 muestras.
  • Se crearon seis centros de tratamiento del ebola para atender a las personas con EVE. Desde el comienzo del brote, 78 pacientes con diagnóstico confirmado de EVE han sido tratados en los diversos centros de tratamiento del ebola y centros de tránsito y aislamiento, de los cuales 32 recibieron tratamiento con anticuerpos monoclonales específicos para el virus del Ebola.
  • Se crearon 13 centros de tránsito y de aislamiento para atender a los casos sospechosos y para la derivación de los casos confirmados.
  • Más de 43 000 personas, entre ellas casi 9000 trabajadores de la salud de primera línea, fueron vacunadas contra la EVE.
  • En la provincia de Equateur se registraron más de 26 000 contactos de casos.
  • Más de 3 millones de personas han sido examinadas en los puntos de entrada y puntos de control para detectar síntomas del ebola en las fronteras o en otros puntos de control de la provincia.
  • En octubre de 2020 se estableció un programa de atención de los supervivientes de la EVE para proporcionar atención médica, pruebas biológicas y apoyo psicológico a las 75 personas que se recuperaron de la enfermedad.

Evaluación del riesgo por la OMS

El 18 de noviembre de 2020, el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo declaró el fin de la transmisión de persona a persona de la EVE en la provincia de Equateurdespués de que hubieran transcurrido dos períodos máximos de incubación (42 días) desde que el último caso confirmado diera negativo por segunda vez el 6 de octubre de 2020. Sin embargo, sigue existiendo un riesgo de reaparición de la EVE porque las tasas de alerta no han sido óptimas en todas las zonas sanitarias afectadas y no afectadas, incluidas las alertas de muertes durante todo el brote, y porque es posible que haya habido casos sin detectar. Además, el virus del Ebola está presente en reservorios animales de la región y puede persistir en algunos líquidos corporales de los supervivientes durante varios meses, lo que en raras ocasiones puede dar lugar a una transmisión secundaria.

La vigilancia se enfrenta a constantes desafíos, como el acceso a las zonas afectadas y la desconfianza de la comunidad hacia las autoridades y los encargados de la respuesta al brote. Otras emergencias sanitarias, como los brotes de enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID-19), cólera y sarampión, pueden poner en peligro la capacidad del país para detectar y responder rápidamente a la reaparición de casos de EVE.

Consejos de la OMS

La OMS aconseja las siguientes medidas de reducción de riesgos como forma eficaz de reducir la transmisión de la EVE de persona a persona:

  • Continuar capacitando y readiestrando al personal de salud para la detección, el aislamiento y el tratamiento tempranos de los casos de EVE.

Para reducir el riesgo de transmisión desde animales silvestres a los seres humanos, por ejemplo a través del contacto con murciélagos de la fruta, monos y simios:

  • manipular los animales silvestres con guantes y otra ropa de protección apropiada;
  • cocinar bien los productos animales (sangre y carne) antes de consumirlos y evitar el consumo de carne cruda de animales silvestres.

Para reducir el riesgo de transmisión de persona a persona por contacto directo o cercano con personas con síntomas de EVE, en particular con sus líquidos corporales:

  • usar guantes y equipo de protección personal adecuado cuando se atienda a pacientes enfermos en casa;
  • lavarse las manos regularmente después de visitar a pacientes en el hospital, así como después de atender a pacientes en casa.

Para reducir el riesgo de una posible transmisión por la persistencia del virus en algunos líquidos corporales de los supervivientes, la OMS recomienda establecer un programa de atención a los supervivientes de la EVE para proporcionarles atención médica, apoyo psicológico y pruebas biológicas (hasta que den negativo en dos pruebas consecutivas). La OMS no recomienda el aislamiento de los pacientes convalecientes de sexo masculino o femenino que hayan tenido un resultado negativo para el virus del Ebola en un análisis de sangre.

Se puede obtener más información en:

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