Cólera – Togo

Entre el 11 de noviembre y el 28 de diciembre de 2020, los municipios de Golfe 1 y Golfe 6 de Lomé (Togo) notificaron 67 casos sospechosos de cólera, dos de ellos mortales, con síntomas de diarrea y vómitos; esto representa una razón de letalidad del 3%. Cuatro distritos sanitarios (Katanga, Adakpamé, Gbétsogbé en Golfe 1 y Kangnikopé en Golfe 6) de los municipios afectados notificaron al menos un caso.

El 17 de noviembre, el laboratorio del Instituto Nacional de Higiene de Lomé (Togo), confirmó los casos de cólera e informó a la OMS. El 19 de noviembre, el Ministerio de Salud Pública, Higiene y Acceso Universal a la Atención de Salud de Togo difundió un comunicado de prensa por el que declaraba la aparición de un brote de cólera, y el 24 de noviembre notificó de ello oficialmente a la OMS. Entre el 11 de noviembre y el 28 de diciembre de 2020, el Instituto Nacional de Higiene de Lomé (Togo) confirmó, mediante cultivos de 41 muestras de deposiciones, 17 casos de Vibrio cholerae O1 Ogawa.

El 16 de noviembre, el número de casos diarios aumentó a seis, incluida una defunción. Posteriormente, tras una disminución del número de casos diarios, las cifras volvieron a aumentar a seis casos notificados el 16 de diciembre, y otros seis el 22 de diciembre. Los casos cuyos síntomas aparecieron entre el 11 y el 15 de noviembre de 2020 se detectaron retrospectivamente en el contexto de búsquedas activas de casos en los registros de consultas de centros de salud. De los 67 casos, 19 (28%) eran pescadores que se desplazaban frecuentemente entre Togo y los países vecinos (en particular Benin, Ghana y Nigeria). La proporción entre hombres y mujeres es de 1,48 (40 hombres y 27 mujeres) y la media de edad es de 24 años.

Respuesta de salud pública

En Lomé se está respondiendo plenamente mediante diversas medidas, entre ellas:

    • La aplicación del plan de respuesta a brotes
    • El fortalecimiento de la vigilancia activa: sesiones informativas para los trabajadores sanitarios y los agentes de salud comunitarios, detección activa de los casos
    • Promoción de la higiene en el ámbito comunitario
    • Gestión de casos
    • Mejoramiento de las medidas de prevención y control de infecciones en los centros de salud
    • Distribución de productos potabilizadores de agua (tabletas de cloro) entre la población
    • Instalación de tanques de agua potable para distribuirla a la población
    • Desinfección de las viviendas de las personas infectadas
    • Comunicación de riesgos y participación comunitaria
    • Reuniones de coordinación
    • Toma de muestras en puntos de abastecimiento de agua, con el fin de realizar análisis bioquímicos y bacteriológicos

Se está considerando la posibilidad de realizar una campaña de vacunación con la vacuna oral contra el cólera

Evaluación de riesgos por parte de la OMS

El cólera es una enfermedad infecciosa entérica aguda causada por la ingesta de agua o alimentos contaminados con la bacteria V. cholerae. El cólera puede ser grave y provocar altas tasas de mortalidad y morbilidad si no se trata a tiempo. Debido a su breve periodo de incubación, los brotes se pueden propagar rápidamente en función de la frecuencia de la exposición, la población expuesta y el contexto de que se trate.

En Togo se habían registrado brotes de cólera anteriormente; el último de ellos fue notificado en 2016. La ciudad de Lomé, afectada en la actualidad por el brote, es uno de los puntos críticos de incidencia del cólera conocidos. Además, Togo limita con países en los que la enfermedad es endémica. Un brote de cólera en la capital de Togo, Lomé, con una población estimada en unos 2 000 000 de habitantes, ha provocado hasta ahora 67 casos sospechosos de cólera, incluidas dos defunciones (proporción de letalidad del 3%), de los cuales 17 se confirmaron mediante pruebas de laboratorio entre el 11 de noviembre y el 28 de diciembre de 2020.

La mayor parte de los distritos sanitarios actualmente afectados (Katanga, Adakpamé, Gbétsogbé y Kangnikopé) se encuentran en zonas portuarias en las que las condiciones de higiene y saneamiento son deficientes. Es preciso adoptar firmes medidas de respuesta para prevenir la posible propagación, habida cuenta de las actividades pesqueras que se realizan en las localidades afectadas, que atraen a residentes de diversos distritos de Lomé y otras regiones de Togo, y de la proximidad de Lomé con Benin y Ghana. En los Países Bajos se confirmó un caso importado de cólera y un caso secundario, en viajeros procedentes de Togo. El caso inicial se infectó en Togo, y al regresar a los Países Bajos, la prueba de detección del cólera practicada el 17 de noviembre arrojó resultado positivo. La pareja del caso inicial desarrolló síntomas similares a los del cólera, entre ellos, diarrea de ‘agua de arroz’ y vómitos, y se cree que se contagió mediante transmisión secundaria del caso inicial. Aun cuando no hay riesgo de ulterior propagación de la enfermedad en los Países Bajos, este evento representa un caso de propagación internacional.

Las autoridades sanitarias de Togo adoptaron todas las medidas de respuesta necesarias, pero la posibilidad de exportación de otros casos a otros países no puede desestimarse.

En el contexto de la actual pandemia de COVID-19 existe el riesgo de que se altere el acceso a la atención de salud, debido a la carga que soporta el sistema de salud y los trabajadores sanitarios como consecuencia de la COVID-19, y a la disminución de la demanda debido a los requisitos de distanciamiento físico o la reticencia de la comunidad.

Otro aspecto que se ha de tener en cuenta durante la actual pandemia de COVID-19 es la capacidad de los laboratorios locales y nacionales de referencia para realizar las pruebas del cólera, debido a la excesiva demanda de análisis de muestras sospechosas de COVID-19. Al 3 de enero de 2021, Togo había notificado 3 683 casos de COVID-19, incluidas 68 defunciones.

Consejos de la OMS

Los casos presuntos de cólera se detectan sobre la base de sospechas clínicas en pacientes que presentan diarrea serosa grave aguda en zonas de riesgo, zonas en las que hay transmisión del cólera, o personas que han viajado a zonas en las que hay transmisión. La detección se puede facilitar mediante pruebas de diagnóstico rápido; la confirmación se realiza mediante cultivos o reacción en cadena de la polimerasa. Las medidas más eficaces para luchar contra el cólera son: la gestión oportuna de casos en centros especializados en el tratamiento del cólera; la ampliación del acceso a infraestructura de abastecimiento de agua potable y saneamiento; y las prácticas mejoradas de higiene e inocuidad de los alimentos en las comunidades afectadas. Se deberían difundir mensajes clave de salud pública destinados a modificar prácticas y comportamientos, en particular en relación con el lavado de manos, a fin de frenar la propagación de la enfermedad.

Sobre la base de la información disponible acerca del brote actual, la OMS desaconseja cualquier restricción de los viajes y del comercio internacional.

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